Miércoles de Septiembre

Y llega ese momento, el primer embarazo de tu grupo de amigas. La emoción os desborda y el tiempo se ralentiza haciendo que los próximos 9 meses sean los más largos de la historia.

Saber el sexo del bebé, hacer listas de posibles nombres, presionar para que le pongan el tuyo, pensar en la decoración de la habitación y cómo no organizar el baby shower.

Seguramente tu madre te diga que antes de que nazca el bebé no es bueno celebrar nada – por tradición, superstición o cosas suyas – y seguramente tenga razón pero no vais a desaprovechar una ocasión así para celebrar algo tan bonito.

En todo el mundo se celebran fiestas del bebé, en algunos países se celebran antes de que nazca el niño, en otros una vez ha nacido y cada uno tiene sus tradiciones, pero quizás quien más ha explotado esta idea es Estados Unidos. Allí, los baby shower son toda una celebración y han conformado un universo paralelo que otros muchos países están copiando.

Nosotros hemos importado una versión mucho más light, al menos de momento, aunque no tardaremos mucho en entrar en ese universo rosa y azul, tartas de pañales y biberones. Si te toca organizar el baby shower  de tu amiga y no quieres morir en el intento sigue estos diez pasos.

1.       ¿Qué es un baby shower?

La fiesta suele organizarla una amiga de la embarazada para que no parezca que la familia está pidiendo regalos.

Si es sorpresa la anfitriona deberá asociarse con la madre, hermanas y amigas de la embarazada para que no se entere, sino la embarazada también podrá colaborar en los preparativos.

No hay una fecha para celebrar el baby shower. Lo normal suele ser entre 4 y 8 semanas antes aunque en algunos casos se espera hasta una semana antes de dar a luz. Depende del embarazo que esté teniendo la madre ya que lo fundamental es que este cómoda.

3.       Lista de invitaos, ¿a quién invitamos?

4.        ¿Dónde celebro la fiesta?

La fiesta se puede celebrar en la casa de la futura madre, de un familiar, de la amiga que lo organiza o hasta en un restaurante. Depende del número de invitados y de lo que le pueda gustar a la embarazada.

El salón de una casa puede ayudar a darle ese toque familiar que suelen tener este tipo de celebraciones. El jardín o hasta una piscina piden a gritos y con luces de neón que la fiesta se celebre allí en los meses de verano. Si hay muchos invitados en el restaurante favorito de la homenajeada puedes encontrar tu solución.

5.       ¿Fiesta temática? ¿Por qué no?

                           
                             
                                                  

6.       Pompones y guirnaldas

A la hora de decorar hay que tener en cuenta dos cosas:

Bebé – independientemente del tema de la fiesta intenta que todo gire en torno a lo mismo el bebé o al menos guarde ese aura que envuelve a los recién nacidos.

Colores – no hay ninguna ley escrita pero los bebés suelen ir asociados a los colores pastel. No tiene porque ser todo azul o rosa, pero si colores claros y suaves.

Los globos de helio pueden ser tus grandes aliados a la hora de decorar.

Coloca un sillón cómodo para que se siente la anfitriona sobre todo a la hora de abrir los regalos.

7.       Y que no falte la tarta



No hay muchas especificaciones respecto a la comida, únicamente hay que tener en cuenta que la embarazada pueda comerlo. En función del momento del día en el que se celebre la fiesta unos platos u otros serán más atractivos, más platos dulces o decantarse mejor por los salados. Da rienda suelta a tu imaginación y prepara cocteles sin alcohol.

8.       A jugar se ha dicho

Hay juegos pensados especialmente para este tipo de celebraciones y que los invitados no se aburran.

Pintar – Pintar bodys y baberos que la madre podrá utilizar una vez nazca el bebé.

Adivinanzas – Intentar adivinar cuánto mide la tripa de la madre o cuánto medirá y pesará el bebé al nacer.

Concursos – Hacer concursos con muñecos para ver que invitado cambia en el menor tiempo un pañal.

Chocolate – Colocar en pañales distintos tipos de chocolatinas derretidas que los invitados por el olor tendrán que adivinar.

Si hay niños en la fiesta asegúrate de que tengan un espacio para ellos. Crear un cuaderno con dibujos para el bebé hechos por ellos les hará sentirse incluidos en la fiesta y será un bonito recuerdo cuando nazca el bebé.

9.       La hora de los regalos

En cuanto a los regalos los baby shower son bastante parecidos a las bodas, incluso en algunas tiendas ya hacen listas de regalos para baby shower.

Desde los clásicos para el bebé (ropa, zapatillas, un muñeco), hasta algo para decorar la habitación (un cuadro con el nombre del niño, el móvil para la cuna), incluso algún mueble (cuna, trona, mecedora) entre varios invitados.

Tarta de pañales – Como su propio nombre indica se trata de una tarta de pañales, que además incluye chupetes, sonajeros, patucos…

Biblioteca – Puedes organizar a los invitados para conformen una pequeña biblioteca para el bebé con libros infantiles. No tienen que ser libros nuevos, pueden ser los preferidos de los padres cuando eran pequeños.

Cursos o clases – El denominado baby and me (bebé y yo), actividades para las madres y los bebés, gimnasio, masajes, natación… clases para que los padres y los bebés empiecen a conocerse.

Tuppers – Llenarle la nevera a los nuevos padres de comida para que no tengan que preocuparse en las primeras semanas de preparar la comida (aunque esta opción mejor una vez ha nacido el bebé).

10.       Y de recuerdo...

Un detalle para dar las gracias a los invitados por asistir a la fiesta. No tiene que ser nada muy sofisticado, una vela, una bolsa de chucherías o ese DIY tan ideal que encontraste aquel día por Internet.

Cuando Inés nos pidió que le ayudáramos con su 25 cumpleaños no lo dudamos ni un segundo y conocedoras de su reciente pasión por las piñas lo tuvimos muy claro, tenía que haber un protagonista y no podía ser otro que la piña.

De pronto nuestras vidas se llenaron de piñas, vasos con forma de piña, manteles, servilletas, recetas hasta farolillos y vasos reconvertidos en piñas. La verdad es que Inés nos dejó hacer a nuestro gusto y solo pidió que hubiera dos globos enormes con el 25 en la fiesta.

La fiesta se celebró en casa de una amiga de la familia, esa misma mañana decidimos que fuera en el jardín y no en el salón como teníamos pensado en un primer momento. El buen tiempo nos acompañó durante todo el día y no hizo falta mucho para trasladarnos a los días de verano que era nuestra idea original.

La piña, protagonista de la fiesta, con permiso de Inés, recibía a los invitados. Los globos y el cartel de bienvenida daban paso a una fiesta que se alargó hasta la noche.

Presidiendo la mesa de la comida la pancarta con una gran piña y el lema del cumpleaños #inescumple25. No sé si quedo muy claro que se celebraban los 25 de Inés, entre invitaciones, globos, pancarta, pero oye uno no celebra un cuarto de siglo todos los días.

De la comida se encargaron la madre de Inés y su amiga, que no solo nos dejaba la casa sino que al ser paraguaya preparó comida típica de su país. Carne en salsa, con una de esas salsa que no hay suficiente pan en el mundo para mojar, arroz, patatas, ensaladas, crudites, empanada, un sinfín de platos que no dejaban de salir de la cocina.

Y por supuesto la tarta, nunca puede faltar la tarta, en esta ocasión de dulce de leche con melocotón y nata. Velas apagadas, deseo pedido y a devorar.

Junto a la mesa de la comida una de limonada, mojitos y piña colada (como no). La limonada casera, con un toque secreto con el que toda la familia de Inés se trasladó a las fiestas del pueblo de cada año, parecía no tener mucha aceptación al principio pero terminamos rellenando varias veces la jarra. Los mojitos y piña colada, también caseros, tenían la receta para que cada uno se preparara el coctel a su gusto.

Eso sí, para empezar con los mojitos no hubo tanta resistencia, aunque la verdad es que ¿quién se puede resistir a un mojito? y mucho más si es con menta recién cortada.

El photocall fue la sensación de la fiesta pero lo que no tenemos muy claro es si lo disfrutaron más la homenajeada y sus amigos o los no tan jóvenes de la fiesta, en cuanto te descuidabas escuchabas risas a lo lejos y allí estaban bajo las gafas de colores y los collares de flores posando para las fotos.

La piña que unas horas antes daba la bienvenida cambió más de gafas que cualquier invitado, los globos se colaron en todas las fotos y se lanzaron besos para dar la vuelta al mundo.

Conseguir una foto de todo el photocall con los globos mostrando el 25, las piñas y los pompones fue toda una odisea, tan solo dejaron de moverse una vez había anochecido cuando ya no había luz.

El padre de Inés terminó reconvirtiéndose en el fotógrafo y entre las gafas, los collares de flores y los globos el pobre apenas tuvo tiempo para descansar, pero por una hija se hace todo ¿no?

Esperamos que la fiesta estuviera a la altura de los 25 de Inés y fuera el pistoletazo de salida para un año que estamos seguras va a estar lleno de cosas bonitas.