El 25 cumpleaños de Inés

12:00 Miercoles de Septiembre 0 Comments Category : , , , , , , , , , , ,




Cuando Inés nos pidió que le ayudáramos con su 25 cumpleaños no lo dudamos ni un segundo y conocedoras de su reciente pasión por las piñas lo tuvimos muy claro, tenía que haber un protagonista y no podía ser otro que la piña.

De pronto nuestras vidas se llenaron de piñas, vasos con forma de piña, manteles, servilletas, recetas hasta farolillos y vasos reconvertidos en piñas. La verdad es que Inés nos dejó hacer a nuestro gusto y solo pidió que hubiera dos globos enormes con el 25 en la fiesta.


La fiesta se celebró en casa de una amiga de la familia, esa misma mañana decidimos que fuera en el jardín y no en el salón como teníamos pensado en un primer momento. El buen tiempo nos acompañó durante todo el día y no hizo falta mucho para trasladarnos a los días de verano que era nuestra idea original.

La piña, protagonista de la fiesta, con permiso de Inés, recibía a los invitados. Los globos y el cartel de bienvenida daban paso a una fiesta que se alargó hasta la noche.


Presidiendo la mesa de la comida la pancarta con una gran piña y el lema del cumpleaños #inescumple25. No sé si quedo muy claro que se celebraban los 25 de Inés, entre invitaciones, globos, pancarta, pero oye uno no celebra un cuarto de siglo todos los días.

De la comida se encargaron la madre de Inés y su amiga, que no solo nos dejaba la casa sino que al ser paraguaya preparó comida típica de su país. Carne en salsa, con una de esas salsa que no hay suficiente pan en el mundo para mojar, arroz, patatas, ensaladas, crudites, empanada, un sinfín de platos que no dejaban de salir de la cocina.

Y por supuesto la tarta, nunca puede faltar la tarta, en esta ocasión de dulce de leche con melocotón y nata. Velas apagadas, deseo pedido y a devorar.


Junto a la mesa de la comida una de limonada, mojitos y piña colada (como no). La limonada casera, con un toque secreto con el que toda la familia de Inés se trasladó a las fiestas del pueblo de cada año, parecía no tener mucha aceptación al principio pero terminamos rellenando varias veces la jarra. Los mojitos y piña colada, también caseros, tenían la receta para que cada uno se preparara el coctel a su gusto.

Eso sí, para empezar con los mojitos no hubo tanta resistencia, aunque la verdad es que ¿quién se puede resistir a un mojito? y mucho más si es con menta recién cortada.


El photocall fue la sensación de la fiesta pero lo que no tenemos muy claro es si lo disfrutaron más la homenajeada y sus amigos o los no tan jóvenes de la fiesta, en cuanto te descuidabas escuchabas risas a lo lejos y allí estaban bajo las gafas de colores y los collares de flores posando para las fotos.

La piña que unas horas antes daba la bienvenida cambió más de gafas que cualquier invitado, los globos se colaron en todas las fotos y se lanzaron besos para dar la vuelta al mundo.


Conseguir una foto de todo el photocall con los globos mostrando el 25, las piñas y los pompones fue toda una odisea, tan solo dejaron de moverse una vez había anochecido cuando ya no había luz.

El padre de Inés terminó reconvirtiéndose en el fotógrafo y entre las gafas, los collares de flores y los globos el pobre apenas tuvo tiempo para descansar, pero por una hija se hace todo ¿no?

Esperamos que la fiesta estuviera a la altura de los 25 de Inés y fuera el pistoletazo de salida para un año que estamos seguras va a estar lleno de cosas bonitas.



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